Mi mirada y yo

Sobre Mí

Directora de Happy Yoga Nutre (Galerías) en Bogotá desde 2011. Formada en Kundalini Yoga por Hargobind Singh y Hari Dev Kaur (2011-2013) y certificada por el Kundalini Research Institute (KRI). Terapeuta a través de artes expresivas, proceso Tamalpa Vida/Arte (2000-2002). Doula y Educadora en Salud Materna (2014). Formada en Psicología Transpersonal (2010). Profesora de Kundalini Yoga, Yoga Prenatal y Yoga para el Útero. Formadora de Doulas y Profesoras de Yoga Prenatal y Postnatal desde 2014.

Profesora de Alimentación Yóguica y facilitadora de procesos de transición al vegetarianismo desde 2017.

En el año 2001, en un ejercicio de improvisación durante un laboratorio de performance, inesperadamente surgió un personaje inquietante que empezó a tomar forma en mi… era una mujer muy muy muy grande y desnuda… estaba tumbada en un diván de terciopelo morado, comía una grasa animal muy desagradable y ya no podía pararse. Llevava años y años ahí tumbada comiendo y viendo mi vida como una sosa película. 

Esta mujer vivía encima de mi hombro y tenía una infinidad de opiniones sobre lo que acontecía en mi mundo sin participar en él. Al terminar el ejercicio, este personaje hizo que se ensamblaran muchas piezas en mi proceso de sanación…  ¡había DECIDIDO vivir por encima de mi cuerpo, por fuera de él… por fuera de mi!

Después de una niñez marcada por la muerte y la orfandad un pedacito de mi, siempre se quedó deambulando en el no sentir, la no-presencia… la no-vida. 

Y no ha sido tarea fácil aterrizar en mi cuerpo de mujer.

Soy politóloga y especialista en cooperación internacional y trabajé en el sector público un buen rato. También me forme como terapeuta a través de las artes expresivas en Tamalpa Institute y psicoterapia transpersonal en SASANA, cante muchos matrimonios siendo contralto en un coro y tuve una banda de covers de rock en donde me enamoré del papa de mis hijos.  

Ser mamá abrió de par en par la caja de pandora y me despojó de todos los disfraces que había coleccionado hasta el momento. Ser mamá fue quedar absolutamente expuesta y a través del ejercicio de la maternidad he encontrado infinitas pistas para re-encontrarme con mi Ser Interior.

Embarazada de mi segundo hijo me formé como profesora de Kundalini Yoga y le di vida también a un Happy Yoga que dirigí por 9 años. Allí llegaron el embarazo, la maternidad, el doulaísmo, el útero, lo sagrado femenino y la alimentación a brindarme un campo exquisito donde bailar… esa misión que me era susurrada desde hace mucho tiempo, se hizo clara. 

Después de muchos años de terapia, de leer, visitar y darle significado a mi historia de vida, el yoga llegó como un rayo. Ya no se trataba de entender mi historia ni de perdonar… se trataba de elegir a cada paso la experiencia de saberme hecha de amor. 

Y mi camino no ha sido otro que el de recordar la presencia de la Diosa y del Amor… cada propuesta que comparto es una excusa para nutrir esa relación primal. Y me sumerjo en esa relación a través de un yoga centrado en las vivencias uterinas y la mujer, la alimentación y el acto creativo.

Mi mirada

Tengo dos pilares poderosos que sostienen mi andar. El primero la psicología somática a través del proceso Tamalpa Vida/Arte (Anna & Daria Halprin) y el segundo, el Kundalini Yoga libre y amoroso de mis maestros Hargobing Singh y Hari Dev Kaur… pero el más iluminado maestro que he tenido ha sido mi propio cuerpo y sus impulsos creativos.

CUERPO: 

“En éste vasto cuerpo se encuentran todas las enseñanzas, se encuentra el sufrimiento, la causa del sufrimiento y el fin del sufrimiento”

Buda

Cada uno de nuestros cuerpos es único, ha sido moldeado por toda la sabiduría de nuestra experiencia y la experiencia de nuestros ancestros. Las sensaciones corporales, posturas y gestos reflejan nuestra historia, nuestro sistema de creencias, nuestra cultura y nuestra manera actual de ser en el mundo. Nuestros cuerpos son vehículos de auto-conciencia y son parte fundamental en nuestro despertar espiritual. Es a través del cuerpo que el Alma nos envía sus mensajes.

El cuerpo es el mapa… es el reflejo poderoso de todos los procesos psíquicos y también de la fuerza cósmica que nos habita. Es a través del cuerpo -de sus posibilidades y de sus dolencias, de sus sensaciones y sus percepciones- que encontramos las pistas para sanar nuestra historia y para recordar el camino del Alma… lo que hemos venido a aprender.

CREATIVIDAD:

El sufrimiento es denso, pesado y tamásico… el sufrimiento es estático y no quiere moverse. Salir del sufrimiento, requiere en primer lugar volvernos conscientes de nosotras mismas y estar abiertas al cambio… pero sobre todo, para salir del sufrimiento es necesario atrevernos a salir de nuestro terreno conocido y desafiar nuestros patrones habituales… nuestras creencias. El proceso creativo genera una energía semejante a la luz,  es una chispa… un rayo que quiebra el parlamento y crea un espacio de expansión donde nuevas experiencias de realidad y nuevas maneras de ser son posibles.

Esta vida preciosa y devastadora que transitamos no es nada más que movimiento y cambio, es creación y destrucción, ciclos y transformación… es fuerza creativa. Cuando nos sumergimos en el acto creativo nos llenamos de una sensación de vitalidad apasionada, nuestra total y comprometida participación con la vida. Cuando nos sintonizamos con el “flujo creativo”, experimentamos una libertad en nuestra energía y nuestra expresión, y un sentido inusualmente elevado de conciencia… recordamos nuestro origen, recordamos nuestra identidad verdadera. La creatividad nos conectan con el Ser (el yo más grande), o con lo que podríamos llamar la divinidad, y la experiencia directa de unidad.

YOGA: 

El camino yóguico me ha permitido experimentar un cuerpo y una mente fuertes y libres para sostener un caminar dichoso. A través de Kundalini Yoga he reconocido toda la fuerza y el fuego que me habitan para crear esa vida que deseo… y también me ha mostrado como visitar el espacio estable, inamovible y en completa presencia que me mantiene firme en el camino de mi Alma. 

En los procesos terapéuticos que acompaño me apoyo de manera profunda en la filosofía yóguica y la anatomía sutil para adquirir una mejor comprensión de la propia historia y experiencia. También ofrezco herramientas de la tecnología del Kundalini Yoga (pranayama, meditación ásana, mantra)  para facilitar los cambios que quieres suceder.

NUTRICIÓN: 

El alimento y la nutrición son un espacio en el cual observar nuestra relación con el Amor… Cada vez que nos alimentamos estamos poniendo de manifiesta ¿Qué tanto Amor creemos que merecemos? ¿Qué tanto Amor nos permitimos sentir? Nuestra relación con el alimento refleja nuestra relación con la fuerza de vida y con nuestra Madre. Refleja nuestra herida primal como hijas: aquello en lo que no fuimos vistas, aquella mirada o atención que más anhelábamos y no nos fue dada, o esos aspectos de nuestro ser que no sentimos acogidos y amados por nuestra Madre, o cuidador primordial, en nuestros primeros años de vida. Sanar nuestra relación con el alimento, y hacernos cargo nosotras mismas de nutrirnos profundamente, es un laboratorio perfecto para sanar nuestra relación con Mamá y quitar los velos que nos impiden sentir todo el Amor que está dispuesto para nosotras, y la presencia incondicional y amorosa de la Gran Madre/Dios(a) en nuestras vidas.

¿Y si nos importara nuestro cuerpo tanto que quisiéramos estar realmente presentes cuando lo alimentamos? ¿Y si nos permitimos bajar la velocidad y observar como se sienten nuestro cuerpo y nuestra mente con la comida, y cómo quisiéramos que se sintieran?

DIOSA: 

Es la fuerza que vive en lo más profundo, yace debajo de la vida y la inicia. Es la Madre de los Días, la Madre-Creador(a) Dios(a) y también la Madre de la Muerte. Es quien distingue que tiene que vivir y que tiene que morir, y en medio de esa danza de vida-muerte-vida, guarda el saber de la semilla y de lo indestructible: el saber del Alma. 

Es la poderosa fuerza de la vida que late desde el centro de la tierra en el cuerpo de las mujeres, y susurra su saber a través de las aves, los árboles, el cielo, el agua, el desierto, el bosque, el río y el viento alrededor de ellas. Es la presencia de la vida y la fuerza incontenible de creación. Es la Madre Tierra que contiene todos los saberes y los instintos necesarios para el viaje de la vida.

Cuando despertamos a la presencia de Shakti en nosotras, nos sentimos la manifestación perfecta de la creación… nos sentimos amadas y parte de la gran sinfonía, capaces de tocar nuestra parte con gracia, compromiso y neutralidad. Despertar lo Sagrado Femenino tiene que ver con sentirnos capaces y poderosas para expresar plenamente nuestra creatividad y nuestra verdad, y ponerla de manifiesto en el mundo.