Mi proceso empezó en 2014 en el estudio de yoga de Diana. Allí fui sostenida por la fuerza del Kundalini que me inició en este viaje maravilloso hacia mi interior. En el camino se reveló la feminidad abrazada por la dulzura y sororidad con las que Diana nos acompaña a descubrirla plena. Y nada me hizo más feliz que saber que también el alimento era parte de esta medicina de sanación: el yoga de la comida me permitió bailar con los colores y aromas de mi plato, ahora libre de cualquier sufrimiento animal. Y descubrí la palabra que describe lo vivido en estos años: la compasión por mí, por los otros y por el mundo.
Diana es lo más cercano que yo he conocido a una maga. Su guía es luminosa y multifacética para el cuerpo, la mente, el alma y el espíritu. Con fluidez y dulzura, Diana te inspira a abrirte, a entregarte, a armonizarte, sea a través del yoga kundalini y ejercicios de respiración, artes terapéuticas como la danza y el dibujo, o meditaciones guiadas y cocina consciente y creativa. Yo andaba buscando yoga y lo que encontré con Diana fue un universo de posibilidades de exploración, experimentación y expresión. ¡Una maestra!
Conocí a Diana en 2012, cuando me acompañó a atravesar el cáncer de seno con ayuda del arte y del amor. Luego, en 2015, cuando milagrosamente quedé embarazada, ella nos guio en el camino a ser padres. Su apoyo incondicional fue clave cuando apareció la depresión posparto. Diana ha sido guía, compañía y apoyo en distintos momentos en los que la transformación, los retos y el cambio nos han visitado. Su luz interior, su fortaleza y amor siempre han sido, para mí, pilares de confianza. Para ella solo tengo palabras de agradecimiento.
Si estás atravesando una crisis existencial o una enfermedad, si te sientes desorientado/a o quieres cambiar ciertos hábitos o simplemente disfrutar escuchando un poco de sabiduría, te recomiendo mucho las clases de Diana González. Tuve la oportunidad de seguir varios módulos con ella. Entre otros, el “Detox de 11 días de Monodieta verde”, el curso “Meditación para la Mujer” y “Yoga de la Comida”. Me ayudaron a sanar. La busqué porque me diagnosticaron un cáncer. Lo vi como una toma de conciencia de que algo andaba mal en mi cuerpo, en mi vida. Fue como una alerta y quería entender lo que tenía que cambiar para mejorar. Diana me ayudó a empoderarme, me enseñó a desintoxicarme física y mentalmente, a sentir y escuchar mejor mi cuerpo y a comer según mi ser, algo bastante complicado, me queda mucho por aprender. Con más de 10 años de experiencia, Diana tiene una forma de enseñar que me gusta mucho, muy profesional, siempre pendiente, con mucha paciencia y humor, con un tono de voz muy agradable y sobre todo con unos conocimientos muy sólidos. La descubrí en medio de una pandemia cuando tuvo que adaptar su enseñanza a la virtualidad y funciona muy bien.
Muchas gracias Maestra por tanta sabiduría, por enseñarme cómo convertir un evento devastador en una posibilidad de renacer y por ayudarme a encontrar el camino hacia mi verdadero ser.
Muchas gracias Maestra por tanta sabiduría, por enseñarme cómo convertir un evento devastador en una posibilidad de renacer y por ayudarme a encontrar el camino hacia mi verdadero ser.
Diana tiene la magia especial de llevarte a descubrir tus propios poderes de una manera amorosa y respetuosa. Te invita a prender tu testigo interior y ser tu propia maestra, a encontrar en ti tu propia medicina. De su mano he descubierto cosas maravillosas de mi misma y estaré siempre muy agradecida por su presencia y escucha.
Hoy me siento agradecida por haber coincidido con Diana en la vida. Su dulzura , el don de servicio que tiene y toda su experiencia, no solo me han ayudado en procesos personales que como mujer he atravesado, sino que también me han ayudado a resignificar mi femenino en todo el sentido de la palabra, a través del amor y sin juicio alguno